Desesperación
Cuando en el silencio de la
noche gritas
en todos los idioma que conoces
o inventas:
¡Ayuda!
¡Aide!
¡Help!
¡Aiuto!
¡Hilfe!
¡Ajuda!
¡Axuda!
¡Laguntza!
¡Voítheia!
¡Auxilium!
¡Bāngmáng!
¡Msaada!
Cuando te duele la garganta
de clamar hacía dentro
llamas al dios de los que no
tenemos dios,
le susurras al viento de la
madrugada,
cantas a la lluvia fría de
diciembre,
increpas a la desgarradora soledad,
le cuentas un cuento triste a
la luna
y te duermes con el dolor del
fin del mundo.
Quizá hoy vuelva a salir el
sol.
David
Calvo