miércoles, 9 de octubre de 2019

Esperanza de otros


¡Jaulas de oro, de madera, de barro,
hasta de paja o cartones;
cada uno vive en su prisión
creyéndonos libres,
soñándonos soberanos
de nuestra celda!

A veces, nos abren la puerta
y volamos de vacaciones,
pasamos unos días fuera,
algún fin de semana efímero
y nos regresan al calabozo.

Nos sacan a trabajar,
nos dicen todo lo que debemos hacer,
el hambre que tenemos, o no,
lo que debemos pensar,
quienes son nuestros enemigos,
con qué trapos nos tenemos que vestir
y hasta las veces que es bueno hacer el amor.

Piamos bellos cantos
que no nos creemos ni nosotros mismos;
nos creemos libres y poderosos
y solo somos el resultado
de una esperanza que no es nuestra.

David Calvo