¿Felices Fiestas?

Soñando con playas, con temperaturas por encima de los 25ºC, con quitarme ropa, con bañarme en un mar, en un río, hasta en una piscina, con ponerme al sol en una tarde primaveral, con pasear una noche de verano, con sentir la frente perlada al subir una cuesta toledana.

 

El frío no me gusta y eso que la calefacción funciona muy bien (todavía). Por eso, cuando el frio aprieta y sueño con calor, me imagino a las personas (dicen que millones) que no pueden poner la calefacción, que no pueden ni estar calentitos en sus propias casas. Entonces, me hago muchas preguntas, el otro día pensaba que cada día tengo más preguntas y menos respuestas (casi ninguna).

 

¿Cómo pasarán estas fiestas?, ¿cómo afrontarán la carta de sus hijos a los Magos?, ¿qué pensarán del futuro?, ¿qué sentirán al ver a los que más dinero tienen, en muchos casos, gracias a la crisis?, ¿qué comen cuando casi no hay dinero?, ¿cómo plantear a los hijos que no trabajas?, y mil más.

 

Por suerte o por desgracia, aunque hace ya bastantes años y en un país lejano, he visto la pobreza, sé cómo se viste por las mañanas, cómo vuela y cómo llega a casa por las noches. Sé que el 80% o más de lo que tenemos no es necesario y que se puede vivir sin ello. He visto pobres felices, he visto ricos llenos de pobreza. Lo que no había visto nunca es a gente tan triste.

 

David J. Calvo Rodríguez