Vista y plano de
Toledo,
1608-1614, El Greco. Óleo sobre lienzo, 132 x 228 cm. Museo del Greco, Toledo.
El
Greco nos ofrece Toledo en su totalidad, en una amplia visión panorámica, sin
arbitrarias traslaciones de edificios. Es todo luz, claridad y objetivismo.
En
el primer plano, a la izquierda aparece el símbolo del río Tajo, una figura
manierista dorada con un cántaro derramándose y una cornucopia. A la derecha,
un muchacho abstraído que muestra delicadamente el plano de la ciudad con todos
sus vericuetos reflejados meticulosamente y sus principales edificios numerados
para facilitar su localización. Algunos, han querido ver en esta figura al
propio Jorge Manuel, aunque ello sea imposible por simple razón de edad.
Entre el símbolo fluvial y el muchacho con el plano se sitúa sobre una nube el
Hospital de Tavera y tras él aparece la ciudad, con sus campos dominados por un
cielo rosáceo de tormenta ya pasada en el que desciende la virgen acompañada
por ángeles para imponer la casulla a San Ildefonso.
En
el plano El Greco ha añadido una leyenda destinada a explicar los dos elementos
más chocantes del cuadro desde la pura objetividad visual: la escala del grupo
celestial y la colocación del Hospital de Tavera o Afuera sobre una nube. La
inscripción que acompaña el plano aclara alguno de los puntos. En ella se
identifica el hospital de Tavera “que sido forzoso poner…en forma de modelo
porque no sólo venía a cubrir la puerta de Visagra (Bisagra) más subía el
cimborrio o cúpula de manera que sobrepujaba la ciudad y así una vez puesto
como modelo y movido de su lugar me pareció mostrar la haz antes que otra parte
y en lo demás de cómo viene en la ciudad se verá en la planta. También en la
historia de Nuestra Señora que trae la casulla a San Ildefonso para su ornato y
hacer las figuras grandes me he valido en cierta manera de ser cuerpos celestiales
como vemos en las luces que vistas desde lejos por pequeñas que sean nos
parecen grandes…”.
La
ubicación del hospital de Tavera y la primacía que adquiere ha hecho creer que
su cliente fue D. Pedro de Salazar de Mendoza, administrador de la institución
y que ya le había encargado años antes la decoración de toda la iglesia. Era un
gran coleccionista de mapas y vistas urbanas.
El
Greco contaba con la tradición topográfica conocida en Venecia, incluso en
algún momento se le vincula con la elaboración de mapas cartográficos. Cossío
llegó a señalar que en esta obra, El Greco había hecho “Un Toledo como las
Venecias del siglo XV, con cigarrales y vega sustituyendo a las lagunas y la
casulla de San Ildefonso… en vez del león de San Marcos”.
David J. Calvo Rodríguez
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