Hoy
es el cumpleaños del calendario gregoriano, es decir, por el que nos regimos en
muchos lugares de planeta. Cumple, nada más y nada menos que 434 años, pero
está hecho un chaval.
El
Papa Gregorio XIII, que fue asesorado durante unos cinco años por una comisión,
que cómo no, lideraba un astrónomo jesuita, reorganizó el calendario juliano. El
calendario juliano lo puso en vigor en el año 46 a.C. el insigne César Julio.
Dicho calendario tenía un desfase anual de 11 minutos inferior. Esos minutos
hacían, y así informaron al Papa, que la Semana Santa se celebrara cada año un
poquito más tarde, con el paso de los siglos se hubiera celebrado en verano, en
nuestro hemisferio, y en invierno en el sur.
El
método que se llevó a cabo fue un poco expeditivo y, por supuesto, rápido. En el
año 1582 eliminaron del día 5 de octubre al 14 del mismo mes, ambos incluidos. Es
decir, se acostaron un 4 de octubre y se levantaron el 15 de octubre.
Por
eso, un día como hoy recordamos una célebre anécdota. Santa Teresa de Jesús
murió en el convento de Alba de Tormés el día 4 de octubre y su entierro fue a
las 24 horas, el día 15 de octubre de 1582. Lo del meñique y el brazo de la
santa lo dejamos para otro día.
Italia,
España y Portugal fueron los tres primeros países que adoptaron el nuevo calendario.
No teman esta noche, mañana será 5 de octubre, no 15.
David J. Calvo
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