En los próximos meses o años no
existirán revoluciones. Nos han enseñado o amaestrado para ello. Cada uno
defiende su miseria como si fuera el paraíso.
Dos mil euros, mil quinientos euros,
mil euros nos dicen que es un sueño, ¿por qué somos tan ignorantes? Es triste
ver cómo pueden con todos nosotros sin mover un solo dedo. Tan fácil como
hacerse ricos soñando con serpientes. Hace años nos decían: “Mañana las cosas
irán mejor”. Somnolientos creíamos verdades inmutables. Ahora apenas intuimos
quienes manejan los hilos o quizá son los mismos con otros cuentos.
Son listos. Saben que nos tienen que
dejar algo, aunque sea un trozo de indigencia que defender o un trozo de cielo
al que aspirar. Así saben que tenemos algo que perder. Estamos atrapados en paraísos.
David J. Calvo Rodríguez
Ellos, "los listos", "los amaestradores" y nosotros "los ignorantes", "los amaestrados".
ResponderEliminarHombre, digo yo que algo de voluntad tendremos. En la anterior entrada preguntas por qué nos gusta tanto el enfrentamiento. Pues que sepas que tú en esta entrada ya estás fijando dos bandos...
Como veo que te mola eso de los bandos enfrentados emplearé un tono un tanto erístico respecto a lo que escribes y diré que eso de hablar en plan conspiranoico de unas manos anónimas sin nombre ni apellidos que mueven los hilos de nuestras vidas sin que nos demos cuenta...a mí no me convence mucho. Eso de que nos manejan porque callamos y tal...suena como amenazar a un niño con que viene el "Hombre del saco". Es como cuestionar nuestra libertad y nuestra capacidad de decisión. Invitar a la protesta, a salir a la calle, a la rebelión puede que esté muy bien, pero yo creo que no por ir a una manifa se es más revolucionario ni más libre que el que no va. Hay muchas formas revolucionar el mundo en las que no hace falta alzarse contra nadie.
Gutemberg, sin ir más lejos, fue más revolucionario que el Che Guevara. Sin embargo, se contempla al Che como el paradigma del revolucionario y hay camisetas de él por todas partes. Gutemberg revolucionó el mundo más de lo que hubiera soñado el Che y es toda una ironía que nadie imprima camisetas con el rostro del inventor de la imprenta. Es un error creer que el que calla otorga y que solo es revolucionario el que grita y levanta el puño más alto. Es como yo lo veo.
No me gusta el enfrentamiento, lo odio. Si parece conspiranoico no es mi intención, sobre todo porque las manos que mueven los hilos nos son anónimas.
EliminarDecía Pérez-Reverte que seguimos obedeciendo a los mismos, a una casta, antes eran los nobles, ahora son los políticos.
Algunos manejan, cono nombres y apellidos, otros muchos son manipulados. Si nos pisotean, al menos, tendremos el derecho a la queja.
Si me gusta alguna revolución es de inteligencia, de educación, de pensar, nunca de otro tipo.
Un abrazo