viernes, 17 de enero de 2014

La Trinidad, del Griego de Toledo

Seguimos mirando al Griego de Toledo, con otro de sus primeros encargos en la ciudad.
 
La Trinidad, 1577-1579, El Greco. Óleo sobre lienzo, 300 x 179 cm. Museo del Prado, Madrid.

Esta obra, junto al Expolio, fue el primer encargo que El Greco recibió en Toledo. En realidad, La Trinidad, formaba parte del diseño de los tres retablos de la capilla mayor de la iglesia de Santo Domingo el Antiguo. Está Trinidad estaría en el ático de la calle central del retablo mayor.

El Padre coge en su regazo el cuerpo de Cristo bajo la representación del Espíritu Santo. El Greco introdujo en esta obra bastantes novedades a los modelos establecidos; por ejemplo, ausencia de los instrumentos pasionales; humanización de la relación entre Padre e Hijo; menor importancia a las llagas de Cristo; el Padre inclina la cabeza para ver la cara del Hijo; los ángeles participan y sufren la escena; sustitución de la tiara pontificia del Padre por la mitra de los sumos sacerdotes hebreos.

Por otro lado, en esta obra destaca el tratamiento anatómico y compositivo de la figura de Jesús con un claro reconocimiento de la pintura y escultura de Miguel Ángel, véanse El Santo Entierro (National Gallery, Londres) y las piedades del Vaticano y de Santa Maria dei Fiori en Florencia. Podemos decir que El Greco se centra en la belleza del cuerpo de Cristo, con el estudio anatómico de sus facciones, pero con el peso de un cuerpo sin vida.

Esta obra de Santo Domingo el Antiguo paso a la colección del escultor Valeriano Salvatierra. En 1827 fue adquirida por Fernando VII y se trasladó al Museo del Prado en 1832.
 
David J. Calvo Rodríguez

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