La Sagrada Familia con Santa Ana, 1595, El Greco. Óleo sobre lienzo, 127 x 106 cm. Hospital de Tavera, Toledo.
Este ejemplar del Hospital de Tavera o Afuera,
sigue el modelo de la primera Sagrada
Familia realizada por El Greco. La entrada en la escena de Santa Ana era
importante, ya que el culto a la santa estaba inmerso en plena polémica. Hay
que tener presente que los evangelios canónicos no dicen nada de ella, si la
tradición más popular de los apócrifos. Sin embargo, su devoción estaba muy
arraigada en el seno de la piedad popular y la iglesia hubo de aceptarlo.
En este lienzo incluye dos capítulos “incómodos”
para la ortodoxia romana. El de la leche de María, desaconsejado por los
defensores del <<decorum>> y la presencia de la matrona, con la que
subraya el carácter familiar y hogareño de la escena.
El centro de la escena es el Niño sobre el que
vuelan los gestos manuales, posiblemente, más elegantes del cretense. Santa Ana
acaricia la cabeza del niño mientras que San José mueve su mano para sujetar y
acariciar el pie del bebé. En María, El Greco, repite los gestos maternales y
el hijo responde con su mano. El juego sigue con las miradas; los tres miran a
Jesús. A pesar de las manos y miradas, reina la calma y toda la escena es
totalmente serena.
Sobre otras Sagradas
Familias anteriores el grupo se afianza, quizá por la simplicidad de los paños
de los pliegues de la Virgen; ahora se ofrece como un trono majestuoso.
Uno de los mejores lienzos conservados del pintor
y en el que se pueden intuir los tonos rojizos que asoman entre las manchas
blancas de las nubes.
David J. Calvo Rodríguez
David J. Calvo Rodríguez
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