Después del Concilio de Trento (1545-1563), la antigua costumbre española
de dejar misas pagadas para después de la muerte se acrecienta enormemente. Por
ello, tenemos datos muy interesantes en la época de Doménikos Theotokópoulos, el Greco. Felipe
II dejó 25.000; Felipe III, que
debió pecar algo más, 35.000.
Entre la gente acaudalada de las Españas, lo normal era dejar entre 250
y 500 misas. La gente humilde muchas menos, dependía simplemente de sus
posibilidades económicas porque las ganas de ir al cielo se presuponían, de
todas formas, siendo pobre se pecaba mucho menos. El Greco cuando muere en
1614 en Toledo, se dieron “sólo”
120 misas por su alma.
En el siglo XXI no os lo cuento. Para que luego digan que la cosas no
cambian.
Hola David, me ha llamado la atención este artículo , pues de esto de las misas estoy al corriente, fui monaguillo y recuerdo como cuando moría alguien, los dos o tres días siguientes al fallecimiento aparecía por la sacristía un familiar muy cercano a llevar al cura el pequeño justificante que tenían de las "misas sufragadas". Dicho documento era una carta explicativa de que la persona fallecida tenía derecho a que le aplicaran X misas después de su muerte. Misas que ya se había encargado el difunto de pagar. Recuerdo también que en la iglesia había una hucha en la que se reflejaba "Para las Ánimas del Purgatorio", todas las limosnas que se recogían en dicha hucha era para pagar las misas de aquellos difuntos que no tenían dinero o no tenían familiares cercanos que pudiesen pagar las "misas sufragadas". Creo recordar que eran cien misas las que se aplicaban por su eterno descanso.
ResponderEliminarEspero que esto te guste y te sirva de información si no lo sabías.
Un abrazo David.
Me sirve y mucho. Muchas gracias Eduardo.
EliminarBueno David, incluso hay casos en los que si el difunt@ es rico@ dejando una suculenta herencia, entre los mismos herederos se reparten hostias a diario, aunque no se haya dejado pagada ninguna misa.
ResponderEliminarUn saludo.
Jajajajaja. Pero sólo algunos casos.
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